Página tiene prácticamente la
misma edad de mi hijo mayor, que nació durante aquella convulsionada Semana
Santa del frustrante "Felices Pascuas" y "la casa está en
orden". Recuerdo muy bien aquellos días. Y cómo el diario empezó a ser, para
quienes llevamos en nuestro cuerpo y alma la herida abierta por el terror
asesino, el refugio y la trinchera.
En el festejo por los 25 años
estábamos muchísimos de aquellos, nuestro comentario recurrente fue
reconocernos en esta sensación de alegría y esperanza que nos provoca sentirnos
parte de un país donde los genocidas y sus cómplices están siendo finalmente
juzgados y condenados, donde la memoria y la verdad ya no se declaman sino que
se ejercitan, y donde tenemos un gobierno que nos acompaña en cada reclamo por
la ampliación de derechos.
Este presente es posible por la
militancia del movimiento de derechos humanos, por Néstor y Cristina que
llegaron al poder para cambiar la historia, por Página/12 y por todos los que
nos seguimos indignando frente a las injusticias.
Gabriela Alegre, Legisladora del
Frente para la Victoria